14.8.13

Nutricosmética


La nutricosmética realza nuestra belleza desde el interior.
 
De todos es bien conocida la famosa frase de Hipócrates, considerado hoy en día el "padre de la medicina": Somos lo que comemos.
Tendrían que pasar casi 2.500 años para que Madonna nos revelara su tan esperado secreto de la eterna juventud: consumir cápsulas con antioxidantes que frenaban el envejecimiento cutáneo. Tras ella, varias modelos y celebridades desvelaban a la prensa que los concentrados de nutrientes en cápsulas obraban milagros en su piel y siluetas.
La nutricosmética es la belleza del futuro, la que nos permite mejorar nuestra belleza exterior mediante complejos nutricionales.

La nutricosmética se basa en mejorar nuestra estética a través de la ingesta de una fuente concentrada de nutrientes, comercializados en cápsulas o polvos, que se toman en pequeñas cantidades y complementan de este modo la dieta.
 
 
Actualmente Estados Unidos es el país en el que la nutricosmética tiene mayor número de seguidores, ya que más del 50% de los estadounidenses toman algún suplemento cosmético, frente al 48% de consumo europeo y el 28% de consumo de España.
 
Generalmente los nutricosméticos son sustancias que nuestro cuerpo no puede fabricar, o al menos no puede hacerlo en la cantidad necesaria, y que han de ser aportadas desde el exterior por medio de alimentos o suplementos nutricionales, en polvos o pastillas, para mejorar el estado general, la salud osteoarticular, la apariencia de nuestra piel, etc.

 
 
Los nutricosméticos están formados por productos habitualmente contenidos en los alimentos, es decir, sustancias naturales de origen animal o vegetal. Por lo tanto, no se trata de productos milagro sino de simples nutrientes que podemos encontrar de forma natural en los alimentos. Generalmente se utilizan vitaminas, ácidos grasos, minerales o aminoácidos.

 
Los cosméticos externos o cremas son complementarios para hidratar las capas más superficiales de la piel y atenuar las imperfecciones de forma momentánea. Pero éstos no actúan en las capas más profundas, donde se encuentran las células vivas.
 
 


 Por tanto, los nutricosméticos, tomados por vía oral, son mucho más efectivos ya que logran alcanzar las capas más internas de nuestra piel que son las encargadas de su regeneración. De esta forma, la ventaja de la nutricosmética es que consigue una acción integral en toda la piel, pero no sólo de forma externa, sino también en profundidad.



Los científicos coinciden en que los mejores resultados se obtienen en pacientes a partir de los 30 años, a partir de los 40 años debería convertirse en un hábito y a los 50 ya es urgente actuar.
 
Para facilitar la absorción del complemento debemos ingerirlos durante o después de las comidas y durante un periodo mínimo de tres a seis meses para garantizar resultados. Aunque hay que recordar que el uso de estos suplementos debe ser mantenido en el tiempo por el resto de la vida, ya que las carencias nutricionales y los factores agresivos están constantemente a nuestro alrededor.
 





 
 
 


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