Como os comentaba anteriormente, las cifras de sobrepeso y obesidad infantil están llegando a ser realmente alarmantes. Debemos tomar medidas cuanto antes para evitar que nuestros niños se conviertan en adultos obesos con serios problemas de salud.
En el post anterior habíamos enumerado algunos consejos para llevar a la práctica cuando aún son bebés. A continuación vamos a ver qué podemos hacer para que nuestros peques "mayores" adquieran unos hábitos saludables que les ayuden a prevenir o luchar contra la obesidad.
Realizar actividad física
El ejercicio es clave para evitar la obesidad infantil. Tenemos que tratar como padres de incentivarles para que realicen algún tipo de deporte, la cual podrá realizar con los amigos o con la familia para que lo vean como algo muy positivo y divertido.
Evitar el sedentarismo
La televisión y los videojuegos tienen gran parte de la culpa del aumento de la obesidad infantil. Es muy importante apagar la televisión a la hora de comer y sentarse a la mesa. En cualquier caso se aconseja que los niños no permanezcan más de 2 horas al día frente a la mesa, el ordenador o la videoconsola.
Cinco comidas al día
Es importante realizar cinco comidas al día, pero sobre todo en el caso de los niños: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.
Los expertos resaltan la importancia de que nuestros pequeños desayunen de forma correcta, ya que es la comida más importante del día. Diversos estudios han demostrado que uno de cada tres niños no desayuna antes de salir de casa, lo que supone un grave error. Levantarles un poco más temprano y poner a su disposición alimentos sanos y apetecibles puede ayudar a que empiecen el día con energía.
Tentempiés y meriendas saludables
Todos hemos recurrido en alguna ocasión a los zumos envasados o a galletas para ofrecer de merienda a los peques. Sin embargo, no podemos utilizar estos alimentos tan poco saludables de forma rutinaria. Tenemos que acostumbrar a los pequeños a merender frutas, zumos naturales, bocadillos, yogur, frutos secos, etc. En definitiva, tentempiés bajos en grasas y azúcares.
Predicar con el ejemplo
De nada sirve hablarles de lo buenas que son las frutas, las verduras y el pescado si a nosotros no nos ven comerlas e incluso nos ven hacerles ascos. Desde que los niños ya pueden comer de todo, lo ideal es que toda la familia siga el mismo menú y coman juntos en la mesa.
Asismismo, si los niños ven que nosotros hacemos ejercicio se apuntarán a practicar deporte. Hacer ejercicio en familia es algo muy aconsejable que además contribuye a la unión familiar.
Compartir la mesa en familia
Aunque el ritmo de vida actual no siemper lo permite, es importante compartir la mesa con los niños al menos una vez al día, manteniendo un ambiente relajado, sin televión, tanto para controlar lo que comen como para hacer de la hora de la comida un momento agradable y relajado. Es además un ejercicio ideal para potenciar la comunicación familiar y atender las necesidades personales de cada miembro de la familia. Diversas investigaciones demuestran que los niños que comen con los padres tienen una dieta más saludable, e incluso que mejoran su rendimiento escolar y consumen menos sustancias adictivas en la adolescencia.
Acude a un nutricionista
Siguiendo estos consejos deberíamos conseguir que nuestros hijos adquirieran hábitos saludables y no tuvieran problemas de sobrepeso, pero si nos cuesta implantar estas rutinas o el sobrepeso ya está presente no dudes en acudir a la consulta de un especialista en nutrición.